TREN TURÍSTICO DEL SIL

     Frente al Sil minero y anarquista, frente a las rojas murallas de nuestra República de Almendros, reclamamos hoy, una vez más, la negra fantasía de los trenes, la puesta en marcha del Tren Turístico del Sil.

     Rechazamos la brutal economía de quienes destruyen con su incuria nuestro sueño de los trenes. El Tren Turístico del Sil es un tren de microrrelato posmoderno y musical. En clave de sol reclamamos hoy ese tren de corto recorrido entre Villablino y Ponferrada. El Tren Turístico del Sil contiene geometrías que resucitan las corrientes de los ríos. El Tren Turístico del Sil dibuja geografías que desembocan en el mar. El Tren del Sil existe y sin embargo no circula todavía. Exigimos pues la inmediata apertura de los silbidos de las locomotoras y el regocijo de los apeaderos y de las estaciones por la ruta del Tren Turístico del Sil.

      Porque amamos el tren, porque entendemos su vanguardia y su fonética. Porque detestamos los funerales de los trenes, porque reprobamos los cementerios de los trenes. Porque el tren es un poema que ha crecido en nuestra piel desde la infancia. Sería el Tren Turístico del Sil una sinfonía maquinista desgranándose en atardeceres con vino, amores no imposibles y otros árboles frutales.
   
    ¡Ya lo hemos dicho tantas veces! No creemos en la Alianza de las Civilizaciones, no creemos en la Crisis Europea de los Huevos, no creemos en el Carnaval de las Marionetas Electoralistas. Pero sí creemos en la Resurrección de todas las Repúblicas por medio de los Trenes.

     El Tren Turístico del Sil es una estructura de traviesas y manzanos, una gramática de madrugadas calientes, de raíles que se encienden con el rumor de las avispas y vagones que se apresuran con el licor de las cerezas. El Tren Turístico del Sil es un paisaje moral que se rebela contra los inviernos de la Junta, la ventana por donde podemos contemplar toda la belleza del mundo que heredamos y su leve trascendencia. De manera que el Tren Turístico del Sil ha de ser la Nave de los Locos del Noroeste de Pereira, el Museo de Arte Contemporáneo más vivo del Reino de León, un espacio donde se armonicen los carbones y las olas transcantábricas, donde fructifiquen no sólo los minerales y las uvas sino también las mariposas y el humo de los barcos. Porque amamos el tren, porque entendemos su épica y semántica.
     
    Reivindicamos pues el resplandor del Tren que asciende por el valle e incendia las canciones de esta tierra. Frente al Sil minero y anarquista, frente a las murallas libertarias de esta República de Almendros, reclamaremos sin cesar la roja fantasía de los trenes, la bella realidad del Tren Turístico del Sil.

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