MIMOSAS Y MISERIAS


     Se celebra esta semana en todo el mundo civilizado la ‘Semana Internacional de las Mimosas en Flor’. Hay un puta aquí en mi barrio que disfruta degollándolas (en la verde cicatriz de sus ojeras se atisba un resquemor de paria acorralado). No soporta el olor de las mimosas y sin embargo orina su cólera nocturna en plena calle. No les teme a los municipales, y tampoco le importaría morir meando en una taberna, me dice el condenado. Y a veces se pone a gritar en la plaza insultos contra los ministros del cielo vaticano y los golfos de la corrupción hispánica... ¡Qué espectáculo!


    En vista de la situación corrompedora que vive el país, échense a temblar las mimosas y todas las flores que proclaman por ahora su virginidad. Por sus inflexiones cromáticas y sus suaves efectos afrodisíacos en quien se detiene a contemplarla, fue la mimosa comparada por un ministro de finanzas de la India con la rara y esquiva ‘rosa leonada del mar’. Al día siguiente lo arrojaron a los tigres por difamador y corruptor de monedas. Y en una piadosa leyenda árabe se afirma que Omar ibn Al-Harum, visir bizco y grandísimo embustero, las noches en que se quedaba satisfecho, apagaba las llamas de sus concubinas más lascivas con agua tibia de mimosas. Hasta que un día lo caparon en su oasis paranoico por evasor de impuestos.

    ¡Este oleaje de golfería que ha invadido el país! No os extrañe que mañana mismo empiece a llover cabras azules y nos jodan todas las mimosas. ¡Ah la mimosa, bella como un obús que estalla en el metal del aire!


     Y hay otro elemento aquí en mi barrio, al que apodan ‘El búlgaro’, que se pasea muy ufano con cazadora de cuero envejecido y siniestro bigotillo negro... Hay quien dice que es un espía al servicio del Gobierno, y que lleva escondida bajo el brazo una pistola. 

-¿Un espía del Gobierno en Ponferrada? 
-¿Y de qué ministerio? 
-¡Yo qué sé! 
-¡Será del Interior!
-¡Con el Mundial de Ciclismo, quién sabe! 

     Y aseguran otros que cuando ya está curda no para de echar pestes contra el Rey, Undargarín y la madre que los parió a todos... Y que se proclama partidario de una dictadura, que ya va siendo hora de que aparezca el domador de todos estos corruptos que están jodiendo a España por arriba y por abajo... 

-¡¡¡Pero si es un pobre hombre que vive en la puta miseria!!!


    En vista de la situación epiléptica que padece el país, échense a temblar las mimosas y todas las flores que proclaman por ahora su cordura. Y que no llegue el día en que alguien se vea obligado a escribir: “Empezó a llover espadones y fusiles y nos jodieron todas las mimosas”.


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